Para entender el concepto de política vamos a describir tres momentos que son:
1. La política en la Antropología. La política es una actividad antropológica, es decir que, es innata del ser humano. Viene inmersa en el hombre por naturaleza. Está presente en el comportamiento humano desde los primeros hombres y mujeres que poblaron el mundo. El hombre no puede escapar de la política, tiene que vivir con ella y en ella, y para eso hay que aprender a gestionarla.
2. La política frente al caos. A la par de la evolución de los primeros hombres y mujeres sobre la tierra, también comenzaban a instalarse los primeros asentamientos humanos, mismos que luego se convirtieron en pequeños pueblos, medianas comarcas y grandes imperios, siendo cada vez más difíciles de administrar, y que para resolver ese problema, al que llamamos caos, se utilizó la política; pues la aplicación de esta actividad por parte de hombres y mujeres virtuosos, en palabras de la sociedad griega -ciudadanos-, se instauró un sistema que ordeno el caos, es decir, el sistema político-democrático.
3. La política y el bien común. Tras el orden del caos en la antigüedad viene la organización de las polis en función del bien común, así lo hicieron los griegos, los romanos, los cristianos medievales y los escolásticos, quienes a través de la filosofía y el pensamiento político intentaban contener los apetitos desenfrenados del cuerpo y del alma, y a su vez promover la organización racional de la convivencia humana sobre la base del bien común, es decir, gestionar la política en función de mejorar las condiciones de vida de los seres humanos.
Con estos tres antecedentes respondemos la pregunta: ¿qué es la política? Para mi modesto conocimiento, la política es una actividad inherente al ser humano que sirve para prevenir los posibles problemas de orden público y privado, pensando siempre en el mejorar la calidad de vida de las personas, y así como la medicina, la tecnología, el internet, la mecánica, la economía y la religión, también la política debe estar al servicio de la gente.
Por: Cristian Molina Quinteros